viernes, 18 de abril de 2008

El uso acrítico de la internet por parte de los estudiantes.

El uso de las tecnologías de la información en contextos educativos implica muchas posibilidades, pero también desafíos. Posibilidades que abren un horizonte de enseñanza y aprendizaje nunca antes visto (basta con pensar en la utilización de contenido multimedia en la sala de clases), pero también complejos desafíos que hay que superar (brecha digital, contenido problemático de la Internet, capacitación de los docentes, adaptación de las organizaciones educativas, entre otros).

La Internet es un ejemplo muy concreto de esta dualidad en el uso de Tic`s. Si bien posibilita el acceso a un un amplísimo mundo de información, presenta dificultades en su utilización educativa. Una de estas dificultades es la existencia de contenido problemático en la Internet. Lo problemático del contenido puede ocurrir, según Nicholas C. Burbules y Thomas A. Callister (EDUCACIÓN: RIESGOS Y PROMESAS DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN, 2001, Ediciones Gránica), en diferentes fallas de la información:
- puede haber información que sea inexacta o errónea.
- puede haber información que sea injuriosa.
- puede haber información que se presente de manera intrincada.
- puede haber información que sea inútil.
(para mayor detalle de cada uno de estos tipos de contenido problemático pueden ver una entrada previa sobre el tema aquí).

Otro problema (aunque relacionado) es la mera copia de información sin reconocer la fuente, y en muchos caso sin analizarla debidamente. Para muchos docentes, la copia de trabajos desde la Internet es un problema real que tienen que enfrentar. Muchos estudiantes, a su ves, reconocen la existencia de una "cultura del plagio".
Hace un par de dias, ha salido en el diario El Mercurio un reportaje titulados "Copy-paste" en la educación superior: Con sanciones y declaraciones juradas, las universidades buscan combatir los plagios. El artículo muestra algunas medidas y estrategias que están tomando algunas universidades para identificar y enfrentar el problema:
  • Declaración en el trabajo de que no se incorpora material de otros autores sin identificar debidamente la fuente. Medida que busca generar un efecto social y psicológico de compromiso.
  • Sanciones para este tipo de faltas (desde la amonestación hasta la expulsión).
  • Formación de los estudiantes en la importancia de citar las fuentes que usen y cómo hacerlo adecuadamente.
  • Formación de los docentes en la identificación de estás malas prácticas. Por ejemplo que naveguen también por Internet para que se enteren de los que hay en la red, que googleen ideas especialmente elaboradas y/o sofisticadas de los trabajos de sus estudiantes. También existen softwares que permiten detectar el origen de las frases que incorporan los estudiantes en sus informes.
  • Cambios en los tipos de trabajos a solicitar (que impliquen claramente mucha más elaboración personal que la mera recolección y/o síntesis de información).
Para mayor información pueden ver el artículo aquí y visitar Copyright and Plagiarism y Deterring & Detecting Plagiarism, guías de la docencia universitaria creadas por la Iowa State University.

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